ENSEÑANDO A DORMIR
- lapicitosdecolores5
- 4 mar 2016
- 1 Min. de lectura

Nicolás tenía un muy mal dormir, eran las 3 de la mañana y seguía despierto, era medio día y solo los ángeles de los sueños lo escuchan. Su mamá necesitaba que él empezara a dormir normalmente, las clases iban a empezar y ni una sola queja quería escuchar.
Sus temores se hicieron realidad, el niño dormido se quedó, pero durante todas las clases, recibiendo quejas de los docentes y atrasándose como nunca; ella, resignada, fue a la casa vecina, donde Mónica vive, y solicitó los cuadernos prestados, llevándose una sorpresa.
Mónica dormía, plácidamente, abrazando a su peluche de gatita; la mamá de Nico preguntó cómo era posible que ella durmiera, recibiendo como respuesta que un cuento, nada de dulces y el ejemplo son suficientes para que un niño caiga profundo. Nico no volvió a quedarse dormido en clases, no desde que su mamá empezó a enseñarle.
Muchas veces creemos que por medio de regaños podemos hacer dormir a los chiquitines, olvidándonos que ellos necesitan de acompañamiento. Cuidemos su dieta, hagamos del momento de dormir una experiencia familiar y durmamos también temprano, dando el ejemplo, ellos se dejarán tentar por Morfeo. Enseña a dormir, enseña diariamente.
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